¿Quién fue Moroni?

Moroni

Moroni vivió en América unos mil quinientos años antes  de aparecerse al profeta José Smith

El fue el único sobreviviente de su pueblo en una serie de trágicas batallas que cobraron muchas vidas. Había sido testigo de la destrucción de su pueblo, incluso de su propia familia. Con sed de venganza sus enemigos habían jurado aniquilarlos completamente y habían llevado a cabo su amenaza.

El padre de Moroni comandaba los ejércitos de aquel antiguo pueblo, los nefitas; su nombre era Mormón. La guerra de la cual hablamos tuvo lugar en América, unos cuatrocientos años después de Cristo.

Al acercarse el fin, Mormón reunió a los que quedaban de su ejército cerca de una colina cuyo nombre era Cumora, que está en lo que ahora conocemos como el oeste del Estado de Nueva York. Sus enemigos, los lamanitas, cargaron contra ellos en aquella colina. Mormón escribió lo siguiente al respecto:

“7 Y sucedió que mi pueblo, con sus esposas y sus hijos, vieron a los ejércitos de los lamanitas que marchaban hacia ellos; y con ese horrible temor a la muerte que llena el pecho de todos los inicuos, esperaron que llegaran.

8 Y aconteció que vinieron a la batalla contra nosotros, y toda alma se llenó de espanto a causa de la inmensidad de sus números.

9 Y sucedió que cayeron sobre mi pueblo con la espada, y con el arco, y con la flecha, y con el hacha, y con toda clase de armas de guerra.

10 Y ocurrió que talaron a mis hombres, sí, a los diez mil que se hallaban conmigo, y yo caí herido en medio de ellos; y pasaron de largo por donde yo estaba, de modo que no acabaron con mi vida.”

(Mormón 6:7-10)

 

Después habla de otros líderes que servían con él en el ejercito nefita, todos los cuales habían caído con los soldados a su mando. También da cuenta de un cuarto de millón de soldados nefitas que murieron en aquel encuentro en Cumora. Se lamenta de esta gran pérdida y escribe:

“16 Y mi alma se partió de angustia a causa de los de mi pueblo que habían muerto, y exclamé:

17 ¡Oh bello pueblo, cómo pudisteis apartaros de las vías del Señor! ¡Oh bello pueblo, cómo pudisteis rechazar a ese Jesús que esperaba con los brazos abiertos para recibiros!

18 He aquí, si no hubieseis hecho esto, no habríais caído. Mas he aquí, habéis caído, y lloro vuestra pérdida.

19 ¡Oh bellos hijos e hijas, vosotros, padres y madres, vosotros, esposos y esposas, pueblo bello, cómo pudisteis haber caído!

20 Pero he aquí, habéis desaparecido, y mi dolor no puede haceros volver.

21 Y pronto viene el día en que vuestra parte mortal se revestirá de inmortalidad, y estos cuerpos que hoy se descomponen en corrupción, pronto se transformarán en incorruptibles; y entonces tendréis que presentaros ante el tribunal de Cristo para ser juzgados según vuestras obras; y si tal fuere que sois justos, entonces benditos sois con vuestros padres que os han precedido.

22 ¡Oh, si os hubieseis arrepentido antes que cayera sobre vosotros esta grande destrucción! Mas he aquí, habéis desaparecido, y el Padre, sí, el Padre Eterno del cielo, conoce vuestro estado; y él obra con vosotros de acuerdo con su justicia y misericordia.”

(Mormón 6:16-22)

¿Y porque fueron destruidos los nefitas?

Se les había enseñado que era un privilegio vivir en el continente americano, porque es una tierra prometida, y que los que viven en él deben obedecer las reglas que Dios ha decretado para todos sus habitantes.

Solo aquellos que desean servir a Jesucristo quien es el Dios de esta tierra, podrán permanecer. Los demás serán barridos.

“ 10 Porque he aquí, esta es una tierra escogida sobre todas las demás; por tanto, aquel que la posea servirá a Dios o será exterminado, porque es el eterno decreto de Dios. Y no es sino hasta cuando llega al colmo la iniquidad entre los hijos de la tierra, que son exterminados.

11 Y esto viene a vosotros, oh gentiles, para que conozcáis los decretos de Dios, para que os arrepintáis y no continuéis en vuestras iniquidades hasta llegar al colmo, para que no hagáis venir sobre vosotros la plenitud de la ira de Dios, como lo han hecho hasta ahora los habitantes de la tierra.

12 He aquí, esta es una tierra escogida, y cualquier nación que la posea se verá libre de la esclavitud, y del cautiverio, y de todas las otras naciones debajo del cielo, si tan solo sirve al Dios de la tierra, que es Jesucristo, el cual ha sido manifestado por las cosas que hemos escrito.”

(Eter 2:10-12)

 

Los nefitas lo sabían, pero con premeditación se gozaron en el pecado y rechazaron las enseñanzas de Cristo.

Al no poder llenar las condiciones bajo las cuales podrían permanecer en esta tierra prometida, fueron abatidos de ella con gran violencia.

 

Cuando Mormón registró los detalles de aquella horrible tragedia, dijo que solo veinticuatro personas habían sobrevivido, de todos los hombres, mujeres y niños de los nefitas. Aún esos pocos sobrevivientes fueron muertos al día siguiente con excepción de uno, Moroni, a quien el Señor protegió para que cerrara el registro escrito

 

Cuando terminara el registro, Moroni tendría que esconderlo en el mismo cerro Cumora donde se había librado la batalla, y saldría a la luz en una época posterior como el Libro de Mormón, llamado así por el padre de Moroni que fue el historiador que lo compiló.

 

Dándose cuenta de la importancia de completarlo, aquel sobreviviente escribió: “1 He aquí que yo, Moroni, doy fin al registro de mi padre Mormón. He aquí, no tengo sino pocas cosas que escribir, cosas que mi padre me ha mandado.” (Mormón 8:1)

 

Después hace una descripción de la última batalla, y agrega:

“3 Y mi padre también murió a manos de ellos, y yo quedo solo para escribir el triste relato de la destrucción de mi pueblo. Más he aquí, han desaparecido, y yo cumplo el mandamiento de mi padre. Y no sé si me matarán o no.

4 Por tanto, escribiré y esconderé los anales en la tierra; y no importa a dónde yo vaya.

5 He aquí, mi padre ha preparado estos anales, y ha escrito el objeto de ellos. Y he aquí, yo también lo escribiría, si tuviera espacio en las planchas; pero no lo tengo, y mineral no tengo, porque me hallo solo. Mi padre ha sido muerto en la batalla, y todos mis parientes, y no tengo amigos ni adónde ir; y cuánto tiempo el Señor permitirá que yo viva, no lo sé.” (Mormón 8:3-5)

 

Al escribir sus fatales palabras, volvió a decir que los de su pueblo habían sido destruidos porque amaban la iniquidad, rechazaron el consejo de Dios y se dedicaron a la búsqueda de las riquezas y la corrupción. Esto les acarreo el nefasto destino de su total extinción.

 

Al cerrar el registro, y sabiendo que el mismo vendría a nosotros, Moroni nos suplica a los futuros habitantes de esta tierra que escapemos del mismo fin trágico que termino con su pueblo. El dice:

“35 He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras.

36 Y sé que andáis según el orgullo de vuestros corazones; y no hay sino unos pocos que no se envanecen por el orgullo de sus corazones, al grado de vestir ropas suntuosas, y de llegar a la envidia, las contiendas, la malicia y las persecuciones, y toda clase de iniquidades; y vuestras iglesias, sí, sin excepción, se han contaminado a causa del orgullo de vuestros corazones.”(Mormón 8:35-36)

 

También habla proféticamente de la corrupción moral terrible en que se hundirían los habitantes de América y pregunta porque somos tan necios de gozarnos en el pecado, y rechazamos a Cristo e invitamos así al desastre.

“38 ¡Oh vosotros, corruptos, vosotros, hipócritas, vosotros, maestros, que os vendéis por lo que se corrompe! ¿Por qué habéis mancillado la santa iglesia de Dios? ¿Por qué os avergonzáis de tomar sobre vosotros el nombre de Cristo? ¿Por qué no consideráis que es mayor el valor de una felicidad sin fin que esa miseria que jamás termina? ¿Es acaso por motivo de la alabanza del mundo?”(Mormón 8:38)

 

Solo haciendo sus obras es que en verdad tomamos su nombre sobre nosotros, y no mediante la adoración vocal, Moroni  sabia que la fe sin obras es muerta y también nosotros deberíamos saberlo.

 

El dice claramente que a los que viviéramos en esta época, se nos hace una advertencia en el mismo libro que él y su padre prepararon y que él había de enterrar en Cumora; éste se publicaría en nuestros días a fin de traernos esa advertencia.

 

Al describir nuestra época dijo que el libro aparecería en una época en que millones de personas negarían el poder de Dios, que habría disturbios, terremotos, tempestades, guerras y rumores de guerra en muchos lugares. (Véase Mormón 8: 26-36)

 

Debemos recordar que estos hombres escribieron eso en la desesperación de la tragedia que estaban viviendo, al ser los nefitas borrados de la faz de la tierra. Ellos sabían que nosotros viviríamos hoy en las mismas condiciones de aquellos días.

 

Cuando Moroni escribió su último testimonio, comprendía cuán importante sería su libro para esta generación y nos pide que lo leamos y lo creamos. Así nos ruega:

 

“4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;”(Moroni 10:4)

 

Este es el mensaje de Moroni, y vino de entre los muertos a traerlo en estos tiempos modernos.

 

Moroni dijo que él se enfrentara a nosotros en el día del juicio para apoyar sus palabras; y presentara su libro, puesto que seremos juzgados de acuerdo con los libros, y el libro de Mormón es uno de ellos.

 

Ahora lo tenemos en nuestras manos; ha sido publicado al mundo, y lleva para todos el mensaje de Dios; da completa y justa advertencia a esta generación, y esa advertencia es real.

 

¡Leedlo! ¡Creed en él! ¡Orad al respecto! ¡Obedeced sus consejos! Porque ciertamente nos llevará a Cristo, nos llevara de regreso a casa, ¡cambio mi vida y sé que cambiara la tuya también!

 

¿Olvidaremos las palabras de Moroni?

 

Ruego a Dios para que jamás permita que sea así.

 

 

 

 

 

Comentarios
3
5
4.5
Muchas gracias por el mensaje del Ángel Moroni, hoy se quién es el Ángel dorado que se encuentra en la iglesia de Mormon, y aprendí quién es Jesucristo, es el Dios de la Tierra, y hoy se me apareció el Ángel Moroni, para darme este mensaje, LA FE SIN OBRAS ES MUERTA, SOLO HACIENDO SUS OBRAS ES QUE EN VERDAD TOMAMOS SU NOMBRE SOBRE NOSOTROS, MUCHAS GRACIAS ANGEL MORONI POR TU REVELACIÓN EN MI,
Ulises Figueroa
Muchas gracias por el mensaje del Ángel Moroni, hoy se quién es el Ángel dorado que se encuentra en la iglesia de Mormon, y aprendí quién es Jesucristo, es el Dios de la Tierra, y hoy se me apareció el Ángel Moroni, para darme este mensaje, LA FE SIN OBRAS ES MUERTA, SOLO HACIENDO SUS OBRAS ES QUE EN VERDAD TOMAMOS SU NOMBRE SOBRE NOSOTROS, MUCHAS GRACIAS ANGEL MORONI POR TU REVELACIÓN EN MI,
Ulises Figueroa
Estoy maravillado de tan profundity mensage;y de la histori de el Angel Moroni,Siervo de JESUCRISTO El Dios de la Tierra y el Cielo. Amen.
Luis Antonio Colon Melendez

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *