No juzgar a quiénes no sirven misión a los 18

No juzgar a quienes no van a la mision

 

En una conversación con dos amigas, una madre emocionadamente describió a la muchacha con quien su hijo estaba saliendo actualmente: hábil, linda, y un testimonio increíble. “Pero”, interrumpió la otra, “ella no sirvió una misión, ¿no es así?”
“No”, mi amiga contestó. “Ella oró sobre la decisión muchas veces pero jamás sintió que era la correcta para ella”.

“No digo que ella no es una buena chica”, respondió la amiga, “pero sería mucho más impresionante si hubiera servido una misión”.

Estoy casi segura que vapor salió de mis orejas; Sé que mi cara se puso roja con calor como entré en la conversación, pero traté de medir mis palabras, “No hablas en serio? Profetas instruyen a nuestras niñas a confiar en la revelación personal. Yo estoy orgullosa de cada muchacha que sirve y de cada muchacha que sigue una impresión a seguir un otro camino”.

“Pero, tienes que confesar”, ella persistió, “esas misioneras retornadas se harán esposas y madres mucho mejores. Estarán más preparadas de servir en la Iglesia”.

“Sabes, yo no serví una misión,” la recordé.

“Bueno, pero los tiempos eran diferentes en aquel entonces. Con el cambio de edad, ninguna chica tiene excusa por no servir.”

Y eso fue el momento que supe que yo tenía que salir de allí antes de que explotara de enojo.

Desde esa conversación, he hablado con varios mujeres jóvenes y madres de muchachas que no se han unido a la nueva ola de hermanas misioneras. Estoy segura que hay algunas que nunca consideraron una misión, pero hablé con mujeres jóvenes quienes pensaron, oraron, y lucharon con la decisión.

“Sé que he tomado la decisión correcta para mi,” dijo una chica. “Pero ojalá que la gente dejara de cuestionarme sobre ella a cada rato”.

Las muchachas no son las únicas fastidiadas sobre su misión. Estoy preocupada sobre como chicos que sienten presura de ir a una misión directamente después de terminar secundaria. Yo conozco a varios muchachos que han elegido asistir a la universidad por uno o dos años antes de que salgan. Aunque me encantaría que mi tercer hijo estuviera en casa por un año más, él comenzará su servicio uno o dos meses después de la graduación de secundaria. También respecto su albedrío y su habilidad de recibir la revelación personal.

Un chico que eligió esperar hasta que cumpliera 20 años dijo, “No puedo contar cuantas preguntas desagradable con las que tuve que lidiar. Al inicio, las personas solamente preguntaron de cortés interés, pero como marchó el tiempo, me preguntaron directamente si tenía problemas de dignidad. ¿No entiende la gente que el cambio de edad significa que podemos elegir salir a los 18 años, no que se nos requiere hacerlo?”

Me parece un buen momento de repasar exactamente lo que dijo Presidente Thomas S. Monson en aquella sábado por la mañana en octubre 2012:

“No estoy sugiriendo que todos los jóvenes servirán, o deban hacerlo, a esa edad más temprana. Más bien, basado en las circunstancias individuales, así como en la determinación de los líderes del sacerdocio, ahora tienen esa opción.

“Al meditar en oración la edad a la cual los jóvenes podrían comenzar su servicio misional, también hemos considerado la edad a la que las mujeres jóvenes podrían servir. Hoy me complace anunciar que las jóvenes dignas y capaces que tengan el deseo de servir, pueden ser recomendadas para el servicio misional a partir de los 19 años en lugar de los 21.

“Afirmamos que la obra misional es un deber del sacerdocio, y alentamos a todos los hombres jóvenes que sean dignos y que son física y mentalmente competentes, a que respondan al llamado de servir. Muchas jovencitas también prestan servicio, pero no están bajo el mismo mandato de servir que los hombres. Sin embargo, les aseguramos a las hermanas jóvenes de la Iglesia que pueden hacer una valiosa contribución como misioneras y aceptamos con brazos abiertos su servicio”.

Las palabras de Presidente Monson son concisas, claras, y llenas de compasión y amor. Sé que él no aprobaría ningún juicio puesto sobre personas que también son miembros de la Iglesia. Mientras hablé con muchas personas sobre el asunto, me asombró escuchar de que misioneros que retornaron temprano eran condenados al ostracismo por su barrio; se lanzaron huevos al auto de un joven y fue pintado con la palabra “cobarde”. Me entristece escuchar de jóvenes que no se sienten listos y regresan temprano a causa de la ansiedad. Espero que tengamos compasión. En verdad, qué bien viene de hacerles a nuestros compañeros santos sentirse no deseados; ¿queremos que se alejen?

Y qué tal esto: ¿Qué pasaría si un joven o una jovencita verdaderamente era flojo, indigno, o tan solo no tenía interés? ¿Les desestimaría o se el Señor les regañaría por eso? Por supuesto que no. Dios no bota a las personas; Él extiende su mano hacia todos, y en nuestras propias, imperfectas, mortales, y defectuosas maneras también deberíamos hacerlo nosotros.

Por Michelle Lehnardt
Para el Deseret News

Comentarios
Gracias por ese articulo comparto su opinion y estoy en contra del daño que le hacen a un joven o una jovencita con comentarios fuera de lugar. Yo soy criticada por defender estas cosas.
Asuncion Lagos
estoy muy complacido por ese relato relamente no somos nadie para jusgar estams aqui en la tierra para emular el ejempl de nuestro salvador
Gabriel Maldonado
Realmente es muy duro que tus propios amigos y familia, dude de tu dignidad, testimonio, gratitud y amor hacia el Padre Celestial, que te juzguen tan cruelmente. Agradezco que el padre fortaleciera mi fe y yo no me inactivara o me dejara caer cuando la ola de insinuaciones desalentadoras vino a mí. pero me preocupa que jóvenes con un corazon aun mas tierno sean atacadas de esta forma. Creo que Dios nos quiere a todos por igual y el sabe que es lo mejor para nosotros, se que tiene una misión especial para cada una de sus hijas y sí el nos ha dado esta revelación, como puede alguien clasificar con mas o menos valor a alguien por servir o no?
Brenda
era necesario aclarar este tema , no nos estábamos dando cuenta como líderes , padres y miembros , que ejercemos una presión en nuestros jóvenes , dando por resultados confusión y una toma de decisión más que por Amor , por cumplimiento y no caer en ese cuestionamiento espiritual por parte de la membresía en especial Líderes , que bueno que esta aclaración pueda llegar a muchos jóvenes y por primera vez se escuche su sentimiento de presión hacia una toma de decisión QUE TIENE QUE SER POR AMOR ...
Julio Flores
Gracias por el mensaje, desde que salí a la mision a mis 25 años, sentí poco aprecio y apoyo, incluso durante mi servicio más que sentirlo era notorio el favoritismo de mi presidente de misión por los misioneros más jóvenes, sus razones tendría, pero no solamente fui yo, para mi la edad en la que sirvas no sirve de nada si no tomas con madurez el Evangelio, puede que seas joven pero que seas suficientemente maduro en el Evangelio, y puede que así mismo ya estes sobre el límite y decidas ir porque hasta en ese momento de tu vida alcanzaste la madurez en el Evangelio, lo importante es lograr esa madurez espiritual, aun medito el porque pasa esto en la verdadera Iglesia de Jesucristo, trato de animar a los jovenes a prepárese y salir lo más pronto a una misión más no les presiono que lo hagan inmediatamente a los 18, sino hasta que después de llevar la preparación misional y espiritual necesaria lo hagan con todo su corazón, alma, mente y fuerza, para que reciban las bendiciones de Nuestro Padre Celestial, y no pasen por tal discriminación!!! Saludos!!
E Ruiz
Yo Me Estoy Preparando Para Servir Como Misionera. Esto Es Algo Que Siempre He Deceado Con Todo Mi Corazon Y Doy Gracias Porque Hay Muchas Personas En Mi Barrio Que Me Apoyan Y Estan Constantemente Recordandome Mi Meta Pero No Con Una Expresion Maliciosa O Con Ira Si No Con Amor E Interes Y Preocupacion. Estoy De Acuerdo Que No Todos Tenga Que Salir A Los 18 Años... Para Mi Es Mas Importante El Deceo Y La Preparacion Que Se Deve Ser, No Un Joven Presionado Por Irse Porque Creanme He Mirado Varios Jovenes Retornar Y Terminar. No Me Gusta La Presion Que Les Ponen A Los Chicos Y Lo Unico Que Puedo Decirles A Estos Jovenes Que Oren, Preparence Sean Maduros Y Tomen La Decision Correcta En El Devido Tiempo Porqur La Obra Tiene Que Continuar Y No Podemos Parar Porque Es Necesario Que El Evangelio Sea Predicado A Todo Pueblo, Tribu Y Lengua.
Vanessa
Estoy totalmente de acuerdo con este artículo. Mi hija tiene 17 años, es una joven digna y espiritual, a los 15 años obtuvo su primer medallón a la Mujer Virtuosa y a los 16 la Abejita de Honor; actualmente trabaja por un segundo medallón, pero ella no siente el deseo de ser una misionera de tiempo regular, yo sí fui misionera, pero pienso que sólo si siente el deseo ferviente de ir lo debe hacer, que el Señor puede tener cosas o metas diferentes para cada joven y su dignidad no se mide sólo con ese parámetro. Creo que muchas se van porque es la moda, para que no se les haga larga la espera de un misionero al que quieren, en fin, no todas se van por las razones correctas.
Alicia Del Rio
Estoy de acuerdo en que la mision es un deber del sacerdocio y que las hermanas pueden decidir si ir o no hacerlo, sin embargo los varones tienen ese deber es cierto que muchos comentarios son sin ninguna muestra de amor, pero muchos son animos y son juzgados como presion creo firmemente que podemos tomar a consideracion las razones de muchos santos que animan a los jovenes a casarse, servir misiones y ser fieles en los llamamientos, todo depende del cristal con el que se mire, la desibediencia o rebeldia siempre hacen que tomemos los comentarios como hirientes, al final no tenemos que dar cuentas de nuestras deciciones sin embargo muchos miembros se preocupan por el bienestar de los demas por causas muy fuertes, deberian cambiar su forma de expresarse es una buena idea pero como miembros de una iglesia no somos perfectos y ese es uno de los más grandes defectos, enseñar la verdad queda en quienes la sabemos, como hacerlo es algo que podemos aprender
Ralph
Hola,gracias por tu artículo. Yo tuve una misión horrorosa,y sólo servi 10 meses.Me consuela saber que tuve la misión que El Señor quería que tuviera.Lo pase muy mal al regresar. Incluso alguien tuvo la crueldad de enseñarme su diploma enmarcado de haber vuelto de la misión con honor.Gracias a miidion estoy aprendiendo una nueva dimensión de la Expiación de Cristo,que nunca antes había tenido: la compasión.
raquel amil serantes
Me gustaría que mi única hija servira en una misión pero todavía es pronto mi hija solo tiene 10 años y espero que ella pueda ir con la bendición de dios
Sueli
El titulo es algo polémico pero aqui un segmento del mismo: "Afirmamos que la obra misional es un DEBER del sacerdocio, y alentamos a todos los hombres jóvenes que sean dignos y que son física y MENTALMENTE COMPETENTES, a que respondan al llamado de servir. Muchas jovencitas también prestan servicio, pero no están bajo el mismo mandato de servir que los hombres."
Eloy Martinez
yo sali a los 24 años, porque recien a esa edad me senti lo suficientemente maduro para dejar todo por dos años.
nelson
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Yo he parado a varias hermanas que he atrapado cuestionando a los jóvenes y jovencitas, y mi respuesta siempre ha sido la misma: "Servir en una misión de tiempo regular es un asunto privado entre la persona y NPC, y Él y solo Él puede indicarle a la persona si esta llamado a servir en una misión de tiempo regular o tiene otro llamamiento esperándole", lo mismo me pasa, si me permiten extenderme, cuando se genera la falsas creencia de que una persona debe responderle a todo el mundo preguntas como "¿Cuando se va a casar?" , "¿Cuando tendrán hijos'". "¿Cuando le darán un hermanito?" ¿Es que acaso estamos perdiendo el respeto a la intimidad del otro? Por favor, erradiquemos tales cosas de nuestros barrios
Anita
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Estoy totalmente de acuerdo con lo que esta nota explica. Está ocurriendo con suma frecuencia que los jóvenes se sienten obligados a salir apenas están en la edad mínima para hacerlo y muchas veces no están preparados. Mi propia hija sirvió una misión en Temple Square y salió a los 20 años, apenas se hizo el anuncio decidió enviar sus papeles, pero desgraciadamente nosotros ni ella podríamos haber previsto que emocionalmente no estaba preparada para el estrés de la misión y eso la llevó a problemas muy serios que todavía hoy dos años después sigue luchando por superar, y que le llevarán mucho tiempo. Es un caso extremo, pero no el único. A través de su problema conocí a MONTONES de chicas y varones que volvieron anticipadamente por MUY SERIOS PROBLEMAS de salud. Esto tiene que ver con el estrés que HOY significa servir una misión. No tiene nada que ver con los misioneros de épocas anteriores. Hoy enfrentan desafíos y peligros mucho mayores. Si bien el Señor los cuida y hay muchos milagros, muchas veces no nos damos cuenta de la exigencia que deben afrontar y la minimizamos. Espero que la misericordia y la bondad se extiendan hacia todos los jóvenes y se comprenda que el principal don que el Padre Celestial protegió y el núcleo del Plan de Salvación es el ALBEDRÍO INDIVIDUAL. Con suma frecuencia olvidamos esto y nos dedicamos a chismear y criticar a los demás sin ver la viga en nuestros propios ojos. Saludos y ojalá podamos mejorar en éstas cosas.
SILVIA A. CANIFFI
Raquel, lee por favor mi post anterior. Te comprendo plenamente y no estás sola. Está sucediendo cada vez con más frecuencia. Creo que ustedes son siervos especiales y que la misión hoy es la lucha más difícil contra las fuerzas del mal. Por eso muchos jóvenes son "heridos en combate" y tienen que regresar antes, porque las heridas son muy serias. Mirate a ti misma como una guerrera fiel del Señor, que entregó todo y que tiene que pasar por esta prueba porque está preparada para enfrentarla. Te mando muchos cariños y un abrazo muy grande. Cariños y a no decaer! que el Señor te bendiga!
Silvia Alejandra Caniffi
Hay Anita, cuánta verdad!!! qué doloroso es enfrentar el juicio de quiénes más respetuosos del albedrío deberían ser. ¿no recuerdan acaso que nuestro Padre nos dio nuestro albedrío el día en que nos creó y que debemos ser los primeros defensores de ese don maravilloso. Con cuánta ligereza y frecuencia se olvida!!! Tienes mucha razón, hay que luchas para establecer la caridad en nuestros corazones y en el de nuestros hermanos. El trigo y la cizaña están creciendo juntos dentro del Reino y ojalá seamos dignos de ser considerados para estar con el Señor. Saludos y mi apoyo total en lo que dices!
Silvia Alejandra Caniffi
La mayoría de las hermanas (digo la mayoría un 80% o 90%) solo van por que no saben que hacer antes de la universidad. En el mejor de los casos regresan con honor pero desgraciadamente siguen igual en la Iglesia, en mi barrio a una ex-misionera le preguntaron que era la casa de Israel y no supo que contestar. Siempre están jugando a que hacen algo y solo pierden en el tiempo. En lo personal cuando me topo con alguna chica que "quiere ir a la misión" le pregunto si va instituto, si se esta preparando leyendo el libro de Mormon, etc. y me encuentro con que la mayoría no hace estas cosas entonces le digo "pa' que vas a perder tu tiempo" solo van a ver que se encuentran y de vacaciones por 1 año y medio. Y cuando regresan ni llamamiento tienen y hasta suspendidas por andar de promiscuas.
Roberto galvan
En una conferencia en europa se dio a conocer que la misión es un deber. Sin enbargo, existen personas física, mental y psicologicamente incapacitadas. Tanbien muchos otros aspectos más tales como: la edad de conversión, enfermedad, decidiones personales. El servir no dignifica que estar condenado, perdido o que dios te maldijo. "Es un deber"pero no al nivel de un mandamiento. Esto es algo que escucha mucho en latinoamerica, más no en europa. Si así fuese, entonces nadie tomaría la Santa cena por no ir a la misión. Yo he sido ex misionero. Sin embargo no es necesario recordar a los jóvenes el por que no sirvieron. Cada uno tiene una decisión que sólo el señor conoce. Este artículo da a conocer sobre el deber y las razones o el fastidio e incomodidad por el cual muchos jóvenes se alejan. Seamos más comprensivos, existen más formas de servir. Es incomprensible que se sirvan misiones y al regresar olvidemos que existe el llamienti de ministrar (visitar). El servir una misión no necesita s hace aptos al reino celestial, todo lo contrario esforzarnos más al volver. Tampoco que seamos más dignos, buenos padres, sellados y lo más importante de todo: activos, dignos y buenas personas. Esto no garantiza, sólo es una guía si lo sabes seguir. El servir una misión es maravilloso, pero más que esto es cambiar el corazon. Saludos.
Juan
Me parece una excelente respuesta, pareciera que no hay otra cosa que hacer que estar metiéndose en la vida de los demás. Estoy segura de que el tiempo ya no alcanza para estas cosas, trabajen, solo trabajen en la obra...hay mucho que hacer 😇
ROCÍO LA TORRE

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