Autoridad de la Iglesia en México participa en foro sobre Libertad Religiosa

Libertad Religiosa en México

Como parte de las celebraciones por el Día Internacional de la Tolerancia que fue el 16 de noviembre, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México se llevó a cabo el Foro sobre Libertad Religiosa organizado por la Sociedad Legal J. Reuben Clark y autoridades del gobierno.

Este foro contó con la participación de Élder Paul B. Pieper, presidente del Área México de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien expresó: “Al caminar por el sendero de la libertad espiritual debemos entender que el uso fiel de nuestro albedrio depende de que tengamos o no libertad religiosa”; explicó también sobre las cuatro piedras angulares de la libertad religiosa:

La primera es la libertad de culto, “nadie debe soportar críticas, persecución ni ataques de personas o gobiernos debido a lo que cree en cuanto a Dios”; para explicar este enunciado citó el capítulo 134 del libro Doctrinas y Convenios: “ningún gobierno puede existir en paz, a menos que se formulen y se conserven invioladas las leyes que garanticen a cada individuo el libre ejercicio de la conciencia…el magistrado civil debe restringir el crimen, pero nunca dominar la conciencia y suprimir la libertad del alma”.

élder Pieper

Un magistral discurso sobre Libertad Religiosa ofreció élder Pieper.

La segunda, es la libertad de compartir nuestra fe y nuestras creencias, “los padres y miembros de iglesias y misioneros dependemos de la libertad religiosa para enseñar la doctrina del Señor en nuestras familias y en otras partes del mundo”.

La tercera, la libertad de formar una organización religiosa “una iglesia, una comunidad para poder adorar pacíficamente junto con otras personas” y citó el Artículo de Fe N° 11, escrito por José Smith: “Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen”.

La cuarta piedra angular de la libertad religiosa fue la libertad de vivir nuestras creencias. La libertad de ejercer nuestra fe no sólo en el hogar, sino también en lugares públicos.

Después explicó también lo importante qué es compartir nuestras creencias:  “Algunos se ofenden cuando los creyentes llevamos nuestra religión a lugares públicos u opinamos sobre propuestas políticas, pero esas mismas personas insisten en que la sociedad tolere sus puntos de vista y sus acciones, pero a menudo son lentos en ofrecer tolerancia a los creyentes que también desean que sus puntos de vista y acciones sean toleradas…la falta general de respeto hacia los puntos de vista religiosos está degenerando en la intolerancia social y política hacia la gente y las instituciones religiosas”.

 

Fuente: Sala de Prensa en México

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