Hemos llegado al día 10 de las actividades de Ilumina el Mundo que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han propuesto para ser realizadas por todas las personas en el mundo. Realizar estas consignas es una forma de imitar los actos de Jesús cuando estuvo entre los hombres.
Ilumina en Mundo ayudando a otros a caminar
En el Libro de Marcos en el Nuevo Testamento se encuentra el registro cuando Jesús perdonó y sanó a un hombre paralítico, y luego llamó a Mateo a seguirlo. Esa misma invitación es para nosotros para ayudar a los que no puede andar por sí mismos. A continuación, tres formas de hacerlo:
Aprende más sobre el programa SUD de sillas de ruedas
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene programas humanitarios para hacer frente a varias necesidades y son financiados gracias a las donaciones de la membresía de la Iglesia en todo el mundo. Entre las necesidades están los 20 millones de personas en el mundo que necesitan una silla de ruedas, pero no tienen una.
La iniciativa de sillas de ruedas de la Iglesia se esfuerza por mejorar la movilidad, salud y oportunidades educativas y económicas para personas con discapacidades físicas. Los equipos de movilidad que proporcionan incluyen sillas de ruedas para superficies imperfectas, sillas de ruedas de hospital, muletas, andadores y bastones. Desde el año 2002, más de 415.000 personas han recibido uno de esos dispositivos.
Participa activamente en donaciones
Ya quedó claro que el número de personas que necesitan ayuda para movilizarse es muy grande y nosotros podemos hacer que esa cifra sea menos. Dona muletas, sillas de ruedas, bastones o andadores ortopédicos.
Si todavía no tenemos el presupuesto para hacer ese tipo de donaciones, podemos ayudar a limpiar o reparar los equipos de movilidad de alguien cercano o unirnos a un grupo de voluntarios que se dediquen a estas tareas.
Ayuda a que otros caminen de manera espiritual
Por muchas razones, existen personas que han detenido la marcha en el camino espiritual el cual es más importante que cualquier otro sendero. De hecho conocemos personas que están inmóviles en su progreso espiritual y nosotros podemos convertirnos en sus “muletas o sillas de ruedas”.
Podemos ayudar a los paralíticos en espíritu a caminar hacia el Salvador. El Obispo Merrill J. Bateman dijo: “Como parte de Su poder redentor, Jesús puede anular el aguijón de la muerte o restaurar la salud espiritual a un alma atribulada.”
Al realizar estas actividades puede que encuentren desafíos que les impida cumplirlas, pero recuerden las palabras del presidente Thomas S. Monson: “Hay una vida que da apoyo a los acongojados o a los que se sienten acosados por el dolor y la aflicción: la de nuestro Señor Jesucristo”.
