¿Tienes miedo a morir? Reflexiones de Pascua en la Resurrección, Restauración, y la Redención

Artículo en inglés publicado por Karenrose en lds.net y traducido al español por Mariela Viernes

Recuerdo tener miedo a morir.

Recuerdo estar sorprendida cuando un conocido de forma segura y serenamente me dijo, “yo no tengo miedo a morir”. “¿En serio?”, Pregunté.

Mucho ha cambiado desde ese día hace casi 35 años. En aquel entonces, yo no estaba espiritualmente despierta. Mis ojos aún estaban cerrados, aún no estaban abiertos sobrenaturalmente por Dios. En otras palabras, ese incidente pasó antes de saber realmente del amor del Salvador Jesucristo, el ministerio, la expiación, la resurrección, y el Plan de Redención para cada uno de nosotros, como se enseña en el Evangelio restaurado de Jesucristo.

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Un día de agosto del año 1980, las cosas cambiaron, después de buscar la verdad por 25 años. Ya no tengo miedo a morir, ahora espero ver al Salvador y al Padre, y a mis seres queridos de nuevo. La muerte no es más que una puerta. El cielo es real.

Cuando abrí por primera vez el Nuevo Testamento, sediento de luz en el significado de la vida y del conocimiento del verdadero carácter de Dios y de su Hijo, me conmoví. Me conmovió el hecho de que Jesús murió por mí, literalmente, murió por mí espiritualmente. Él salvó mi vida físicamente tan solo unos días antes, cuando intervino en mis pensamientos que me llevaban a querer quitarme la vida. Yo terminé mi desesperado plan a causa de las impresiones inconfundibles que aparecían en la pantalla de mi alma. Cuando Él habla, no dudamos de Él. Puede que no lo conozcamos al principio, pero en última instancia, sí sabemos de Él; por lo menos sabemos que hemos sido golpeados por la dulce espada de la verdad. (El Espíritu, un agente de la verdad, da testimonio y confirma la verdad. Hemos perdido la confianza en esta posibilidad en nuestra cultura. Yo afirmo esto. Tú puedes saber por ti mismo que Jesús murió, pagó por tus pecados y literalmente resucitó) .

Este conocimiento de la expiación, la resurrección, la redención y la restauración de estas verdades cambió mi vida y mi punto de vista para siempre.

Desde entonces, he llegado a conocer la plenitud del Evangelio de Jesucristo tal como se enseña sólo en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la cual Él mismo fundó y restableció en nuestros días, me sorprende los regalos que son nuestros y la tendencia a hacer caso omiso a todos esos regalos en la cultura popular.

Preparación del Programa de Pascua: cree en la promesa

Una pascua, mientras me preparaba para una narración para un programa que llevaríamos a cabo el domingo, pasé mucho más tiempo estudiando. Recuerdo leer y leer sobre la resurrección hasta que surgió un patrón claro:

Había tantos testigos.

Había tantos escépticos, incluso entre los testigos, hasta que cada uno recibió su propio testimonio personal. (Espiritualmente, y en el caso de Tomás fue físicamente).

Las mujeres que vieron a Jesús después de que la tumba fuera encontrada vacía y abierta, fueron a contarle a los discípulos. La gente no les creía. (Véase Lucas 24: 10-12).

El Salvador resucitado se les apareció a los apóstoles en el camino a Emaús, afirmando la realidad de sus promesas cumplidas. (Que iba a morir y a resucitar al tercer día. (Véase Lucas 24: 13-31).

Tomás tuvo que poner sus manos en el costado de Jesús para creer. (Véase Juan 20: 27-29).

Pero todos estos y otros cientos de testigos testificaron que estaba vivo, ellos fueron testigos eternos de Jesucristo. Los apóstoles dieron testimonio de que lo vieron ascender al cielo, y también indicaron que vendría otra vez.

Con el tiempo, todos los apóstoles y los testigos fieles llegaron a saber que todo lo que Jesús promete, profetiza, habla, habló y hablará, es verdadero. Podemos colocar nuestro peso en sus promesas, sin negar que Él resucitó y, como resultado hermoso, nosotros también resucitaremos.

La resurrección: Evidencias Espirituales: La tumba vacía de Jesús

La tumba estaba vacía. No se ha encontrado a Jesús en ninguna otra tumba. (Aunque los romanos querían sembrar el rumor que era la tumba equivocada). Además, los ángeles declararon que la tumba estaba vacía, y las mujeres que habían estado en la tumba antes ya conocían la tumba. Esto disipa el sentido propuesto por los incrédulos de que el cuerpo de Jesús fue robado o que las mujeres estaban en el lugar equivocado. Una vez más, pregunta a Dios lo que ocurrió allí, no a los hombres. (Véase Marcos 16: 1-8 ).

La resurrección: Evidencias espirituales: Mujeres Testigos

Las santas mujeres, María Magdalena, Simone, y otras fueron testigos de la resurrección de Cristo. La Biblia indica que el Cristo resucitado apareció por primera vez a María Magdalena y otras santas mujeres. Jesús, que siempre tuvo un especial respeto por estas mujeres, les dio el honor de ser las primeras testigos de su resurrección. Los autores de los Evangelios registran esto, así como la incredulidad inicial de los apóstoles, hasta que vieron por sí mismos. (Véase Marcos 16: 9-11 , Mateo 28: 1-10).

La resurrección: Evidencias Espirituales: Los Apóstoles de Jesús como Testigos Apostólicos

Después de la crucifixión, los apóstoles de Jesús estaban aterrorizados, pensando que asimismo podrían ser ejecutados, pero sus corazones cambiaron cuando se enteraron de que había resucitado. Esa influencia fue el resultado de ver a su Maestro, corporalmente resucitado de entre los muertos. Cristo no sólo se les apareció en la habitación cerrada con llave, sino en la orilla del mar de Galilea, y de nuevo en el Monte de los Olivos. Después de ver a Jesús vivo, Pedro y los otros salieron a predicar sobre Cristo resucitado. Sus ojos estaban completamente abiertos y lo que vieron a través de un vidrio oscuro se convirtieron en una realidad viva. Finalmente entendieron que Jesús era quien decía ser, que era el Expiador y el Señor resucitado. (Véase Marcos 16:14 , Lucas 24: 32-43 , Juan 20: 19-23 .)

La resurrección: Evidencias espirituales: Santiago

Santiago, el hermano de Jesús, fue otro que dudaba, otro escéptico que se esforzó para envolver su mente alrededor de la idea de que Jesús era, de hecho, el Mesías.

Sin embargo, la Santa Biblia confirma que más tarde, Santiago dirigió la iglesia de Jerusalén sin miedo, incluso fue apedreado hasta la muerte por su fe. ¿Por qué? La Biblia dice que el Cristo resucitado se le apareció. Santiago y los apóstoles eran fervientes misioneros y testigos personales de un Cristo resucitado. Con este tipo de ardor y testimonio, la Iglesia explotó en crecimiento, expandiéndose al oeste de Jerusalén a Roma y a más allá. Durante 2000 años, testigos personales de los encuentros con Jesús resucitado han transformado la vida, y siguen transformando vidas. (Véase 1 Corintios 15: 7 ).

La resurrección: Evidencias espirituales: gran multitud de testigos

Una gran multitud de más de 500 testigos vio a Jesucristo resucitado, al mismo tiempo. ¡Ese no es un pequeño número de testigos! El Apóstol Pablo detalla este evento en 1 Corintios 15: 6. Él afirma que la mayoría de estos hombres y mujeres todavía estaban vivos cuando escribió esta carta, alrededor de 55 D.C. Sin lugar a dudas, ellos corrieron la voz acerca de este milagro. Pequeños grupos de seguidores también vieron al Cristo resucitado, como los apóstoles, y Cleofás y su compañero. Todos ellos vieron la misma escena y personaje, y en el caso de los apóstoles, ellos también tocaron a Jesús y le vieron comer alimentos.

La resurrección: Evidencias Espirituales: La conversión de Pablo

La conversión de Pablo es una cuenta increíble y verdadera. Como Saulo de Tarso, él era un enemigo agresivo y perseguidor de la iglesia primitiva. Cuando el Cristo resucitado se le apareció a Pablo en el camino a Damasco, Pablo se convirtió en emisario de la cristiandad. Él soportó cinco azotes, tres golpes, tres naufragios, una lapidación, la pobreza, y los años de burlas. Finalmente el emperador romano Nerón decapitó a Pablo, debido a que el apóstol se negó a negar su fe en Jesús. ¿Qué sostuvo a Pablo través de la aflicción abrumadora?: Un testimonio personal seguro e innegable de Jesucristo como Salvador, Redentor y Señor Resucitado. Su encuentro fue real y personal. (Ver Hechos 9: 1-20 ).

La resurrección: Evidencias Espirituales: Jesús se aparece en las Américas

¡¿Puedes creer que hay más?! ¡El Salvador apareció en las Américas después de su resurrección! Esto es aún un segundo testigo Continental que Él realmente es quien dice ser y que se reunirá con cuerpos glorificados inmortales después de esta vida, a través del don de su resurrección. Esta historia se encuentra en otro testamento de Jesucristo conocido como el Libro de Mormón.

Este volumen sagrado de escritura, el Libro de Mormón, proporciona otro poderoso testimonio de la resurrección de una manera más significativa. Se registra que cuando el Salvador apareció a las personas que se reunieron en el templo en la tierra de Abundancia, el Señor les invitó a todos a venir adelante “para que metáis vuestras manos en mi costado, y para que también palpéis las marcas de los clavos en mis manos y en mis pies, a fin de que sepáis que yo soy el Dios de Israel, y el Dios de toda la tierra, y que he sido muerto por los pecados del mundo”. (3 Nefi 11:14). Se ha estimado que debido a que hubo 2500 presentes y debido a que se acercaron, “uno por uno” (véase 3 Nefi 11:15; 17:25) este proceso habrá tomado muchas horas, aun suponiendo que cada persona tenía sólo unos pocos segundos con El Señor. Simplemente verlo no fue suficiente para dar fe plenamente a la realidad de la resurrección porque un espíritu puede parecer un cuerpo tangible (véase Éter 3: 6-16) y un cuerpo de carne y hueso se puede creer que es un espíritu (véase Lucas 24: 36-39). El resucitado Redentor quiso que la gente sepa más allá de toda duda que a pesar de que “murió”, Él ahora poseía un cuerpo resucitado que en realidad podría sentir. Por lo tanto, estos 2500 testigos hacen que el Libro de Mormón dé testimonio de la resurrección de manera singular y segura.

La resurrección: la vida después de la muerte

Uno de los últimos de los apóstoles del Señor comparte una interesante. Álvaro  perspectiva del proceso de restauración que se aplica a la resurrección:

“El cuerpo se levantará como se le haya puesto a descansar, dado que no hay crecimiento ni desarrollo en la tumba. Así como se le sepulte, así se levantará, y los cambios para la perfección se verificarán por medio de la ley de restitución”.

Más específicamente, afirmó que “todo órgano, todo miembro del cuerpo que haya sido mutilado, toda deformación producida por algún accidente o por alguna otra causa será restaurada y corregida. . . . No es que la persona vaya a quedar estropeada por cicatrices, heridas, deformidades, defectos o enfermedades”, él aclaró, “porque, de acuerdo con la misericordiosa providencia de Dios, éstas desaparecerán a su debido tiempo. Se quitarán las deformidades; se eliminarán los defectos, y los hombres y las mujeres lograrán la perfección de su espíritu “(José  F. Smith, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia).

Los que mueren de niños

En cuanto a aquellos que mueren en la infancia, Smith explicó: “Sabemos que nuestros hijos no se verán obligados a permanecer siempre como niños en lo que respecta a su estatura”, y añadió, “Dios, que es  la fuente de toda verdad ha revelado… que, en la resurrección de los muertos, el niño que fue sepultado en la infancia resucitará como el niño que era cuando fue sepultado; entonces, comenzará a desarrollarse. Desde el día de la resurrección, el cuerpo se desarrollará hasta que llegue a la medida completa de la estatura de su espíritu, sea hombre o mujer”. (José F. Smith, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia, pg. 130).

 

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