24 de julio: Día de los Pioneros mormones y su invaluable legado de fe

Día de los Pioneros mormones

Fue un 24 de julio de 1847 cuando  Brigham Young, el segundo presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el primer grupo de pioneros mormones llegaron al Valle del Lago Salado en Utah buscando refugio de la persecución religiosa. Los pioneros mormones dejaron sus hogares en Nauvoo, Illinois, y viajaron a través de las llanuras de los Estados Unidos y sobre las montañas rocosas de Utah.

El trayecto fue muy difícil, muchos de ellos se enfermaron y murieron durante los meses de invierno. Cuando llegaron a Utah, el valle desolado fue una vista agradable para ellos. A finales de ese año, cerca de 2,000 mormones se habían establecido en el Valle del Lago Salado. Este acontecimiento se ha convertido en uno de los más ejemplares para todo miembro de la Iglesia de Jesucristo.

Día de los Pioneros mormones

El élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles comenta: “La principal cualidad de nuestros pioneros era la fe. Con su fe en Dios, hicieron lo que todo pionero hace, avanzaron hacia lo desconocido: una nueva religión, una tierra nueva, una nueva manera de hacer las cosas. Con fe en sus líderes y en sí mismos, soportaron una oposición enorme. Cuando su líder dijo: ‘Este es el lugar indicado’, confiaron y se quedaron. Cuando otros líderes dijeron: ‘Háganlo de este modo’, los apoyaron con fe”.

Han pasado 170 años y los pioneros mormones nos siguen enseñando

El presidente Thomas S. Monson enseñó: “Lápidas de roca y salvia marcaron las sepulturas a lo largo de todo el camino desde Nauvoo hasta Salt Lake City. Tal fue el precio que pagaron algunos pioneros. Sus cuerpos se hallan sepultados en paz, pero sus nombres viven para siempre.

Día de los Pioneros mormones

Los cansados bueyes avanzaban pesadamente, las ruedas de los carromatos crujían, los hombres valientes se afanaban, los tambores de guerra resonaban y los coyotes aullaban; pero los pioneros, inspirados por la fe y presionados por las circunstancias, seguían adelante. Con frecuencia cantaban:

Santos, venid, sin miedo, sin temor,

mas con gozo andad.

Aunque cruel jornada ésta es,

Dios nos da Su bondad…

¡Oh, está todo bien! ¡Oh, está todo bien!”

Seamos parte del legado pionero

El presidente Gordon B. Hinckley nos mandó: “Con tan grande herencia, no podemos menos que hacer lo mejor que esté a nuestro alcance. Los que nos han precedido esperan eso de nosotros. Tenemos un mandato del Señor.”

Día de los Pioneros mormones

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles nos enseña que somos los pioneros mormones modernos: “…Es preciso que creamos como ellos creyeron, que trabajemos como ellos trabajaron, que prestemos servicio como ellos lo hicieron, y es preciso que triunfemos como ellos triunfaron…

El Señor no nos pide que carguemos un carro de mano, nos pide que fortalezcamos nuestra fe; no nos pide que atravesemos caminando un continente, nos pide que crucemos la calle para visitar a nuestro vecino; no nos pide que renunciemos a todas nuestras posesiones mundanas para construir un templo, nos pide que demos de nuestros medios y de nuestro tiempo, a pesar de las  presiones del diario vivir, para continuar edificando templos, y luego, que asistamos regularmente a los que ya estén construidos; no nos pide que suframos la muerte de un mártir, nos pide que vivamos la vida de un discípulo.

Día de los Pioneros mormones

Ésta es una gran época para estar vivos, hermanos y hermanas, y de nosotros depende continuar la rica tradición de la dedicación devota que ha sido el distintivo de las generaciones previas de Santos de los Últimos Días”.

 

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