Todo lo que hicieron una pareja de novios mormones para casarse

dindin del amor

Dindin del Amor

En el año 2016, el diario Tribuna de Ceará contó la historia del Émile Costa y Lucas Félix, miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ellos iniciaron un negocio de venta de Dindines (nombre como se le conoce en Brasil y en otros países se le conoce como batitubos, chup o marcianos de fruta) para recaudar dinero para el matrimonio, con el objetivo de pagar la ceremonia, la fiesta y también fortalecer el amor.

Hoy, un año después, la pareja se prepara para casarse en 3 días. Conozca la historia del “Dindin del Amor”.

También te puede interesar leer : 5 cosas que nos pueden ayudar a bendecir nuestros matrimonios

LA HISTORIA

En febrero de 2016, Lucas hizo la pedido de mano. Émile había estado esperando a Lucas durante dos años mientras él servía una misión para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Ella dijo:

“La pedida de mano fue una comedia. Yo había preparado una sorpresa el día de su cumpleaños. Y él estaba preparando una sorpresa para mí en la misma fecha. Después de las felicitaciones, nuestros amigos vedaron nuestros ojos y, cuando vi, él ya estaba arrodillado. Yo pensaba que iba a hacer una sorpresa para él de nota diez, pero acabé recibiendo una nota mil”

Sin temor al futuro, empezaron a planear todo. Émile era estudiante de Enfermería en la Universidad Federal de Ceará y tenia una beca. Sobre las dificultades que se presentaban en ese momento ella dijo:

“Él es Técnico en Construcción; pero en esa época estaba desempleado. Nos quedamos pensando en algo para vender. Pensé en hacer ensalada de frutas, pero se malogra rápido. Pensé en pastel, pero a veces no funciona. Hasta que vi en internet a una cantante recibiendo dindines en casa, y pensé: ‘vamos a hacer dindines’.”

La madre de Émile hacía dindines en casa, y su ayuda fue muy importante. En abril de 2016, Émile fue a la entrada del restaurante de la universidad. Usando un velo de novia, ella vendió todos los dindines que había llevado.

“¿Creía, sinceramente, que no iba a vender tanto, sabe? Fui con velo de novia y lo bauticé con el nombre de ‘Dindin del Amor’, para que las personas supieran que sería para ayudar en mi matrimonio. Volví a casa diciendo: ‘mamá, vendí todo, vamos a hacer más’.”

Rápidamente, el negocio se convirtió en un éxito. Así nació el “Dindin del Amor.” En las dos horas de almuerzo ellos vendian cerca de 250 a 290 dindines por día. Ellos producían todas las noches de las 18:30h hasta las 23h, y descansaban el domingo. Contaban con el apoyo de profesores que hacían pedidos grandes. Su historia era conmovedora para todos.

LOS DESAFÍOS

A pesar del éxito, siempre buscaban algo mejor. Las ventas no traían mucha seguridad. Tenían miedo de que algo sucediera y no pudieran vender más. Según Émile, varias veces necesitaron usar dinero para el mantenimiento del coche que usaban para vender. Fueron muchas noches en las que se hacían los dindines hasta las 1 de la mañana, para luego despertar las 5 de la mañana para estudiar, hacer prácticas laborales, y vender los dindines.

Después de haber terminado sus estudios, Émile pasó a hacer un internado médico. Entonces, Lucas asumió las ventas y realizaba sus prácticas laborales casi al mismo tiempo.

“Hemos pasado por muchas desafíos y emergencias. En varias ocasiones lloré desesperada. No obstante, oré mucho al Señor pidiendo que Él me ayudara y que consolara mi corazón.”

LAS BENDICIONES

A pesar de los desafíos, todo salió bien y el dinero de los dindines además del ayudar para el matrimonio, también ayudó en la reforma y construcción de la casa de su futura familia.

“Teníamos un presupuesto muy controlado. Si se gastaba, era sólo un poquito. La mayor parte era para guardar y también pagar el diezmo. Lógico, nunca dejamos de pagar el diezmo. Jamás. ”

“No fue fácil. En realidad, no fue nada fácil. Pero ahora, después de todo, estábamos siendo muy bendecidos. No sé si porque estábamos cerca de casarnos, pero habíamos ganando mucho cosas; cosas que no podíamos comprar “.

Émile también dice que el éxito académico y profesional como pareja son bendiciones del Señor, Él ha visto el esfuerzo de ellos para tener una familia eterna.

PACIENCIA Y FE

Esta joven pareja de novios se casan por matrimonio civil el 11 de julio, y se sellan en el templo día 13. En la espera de ese día maravilloso,  Émile dijo:

“No queríamos casarnos por desesperación. Creemos que el matrimonio es algo eterno, entonces es algo que necesita de un plan. Así como todo lo que hacemos en esta vida.”

“Esa experiencia que pasamos sirvió mucho para aumentar nuestra fe y nuestra confianza en el Señor. Cuando venían los desafíos, yo decía: ‘Lucas, tranquilo, todo va a salir bien. Hacemos todo bien, todo bien. Leíamos en las Escrituras que quien pagara el diezmo sería muy bendecido, entonces teníamos todo para que el Señor nos bendijera. Estábamos haciendo nuestra parte, sólo necesitábamos confiar que el Señor haría la suya.”

Emile compartió que todo fue una prueba de paciencia. La experiencia les enseñó que para alcanzar los sueños se necesita esfuerzo y luchar mucho.  Incluso, si quieren estar juntos pronto y para siempre, tienen que hacer todo de forma planificada y evitar comenzar el matrimonio con deudas y pasar por diferentes desafíos financieros que pueden evitarse. La experiencia les enseñó cuánto eran capaces de conquistar juntos. Ella dijo:

 “Cuando uno tiene un sueño, y ese sueño es el sueño del Señor, y es un sueño bueno, y si hacemos nuestra parte y nos esforzamos, Él nos va a bendecir. Y nos va a bendecir con cosas que no imaginamos. Él triplica nuestras bendiciones.”