La historia del cedro de Líbano de la manzana del templo (y por qué sólo se alumbra cada dos años)

Al caminar por la manzana del templo en el mes de agosto, te sorprenderías al ver un gran grupo de trabajadores apurándose para alistar las luces navideñas.

Con tantas luces que se ponen en la manzana del templo cada año, los obreros tienen que comenzar con varios meses de anticipación, aunque aún no haya pronóstico de nieve en los próximos meses.

Entre todos los árboles, hay un árbol específico que sólo se alumbra cada dos años. Es el cedro de Líbano que tiene 78 años de edad.

La historia del cedro de Líbano

Una señora llamada Petty lo trajo de Jerusalén en su bolso cuando tenía solamente 21 cms de alto, y ha llegado a ser el árbol más popular en la manzana del templo.

Actualmente mide 21,3 metros, y ha sobrevivido a pesar de que un día le cayó hielo desde el techo del templo y le cortó la copa y también sobrevivió a pesar de que se había planeado quitarlo para poner el nuevo centro de visitantes del lado sur.

Sin embargo, a pesar de soportar el clima extremo y los planes de construcción, el árbol es bastante frágil. Cada vez que le ponen luces pierde más ramas y más hojas. Así que, para preservar la longevidad del árbol, sólo le ponen luces cada segundo año para dejarlo recuperar.

¡Y este año, será el año que le toca al cedro de Líbano iluminarse para cumplir su puesto icónico durante la navidad en la manzana del templo!

Aquí les comparto unas fotos del progreso que han estado haciendo los trabajadores con las luces de navidad durante este mes…

Fotografías cortesía de Danielle Wagner

 

Fotografías cortesía de Danielle Wagner

 

Este artículo fue escrito originalmente por LDS Living Staff, y fue publicado en ldsliving.com con el título: “The Story Behind Temple Square’s Cedar of Lebanon (+Why It Only Has Lights Every Other Christmas)”

 

Comentarios
Una emoción indescriptible me dio al conocer historias de los Templos mormones. Soy miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde mi bautismo (12/jun/1975). Me siento agradecida y bendecida de haber conocido la Iglesia de Jesucristo y de estar sirviendo en ella desde mi bautismo.
Margarita riveros

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