¿Cómo puedo saber si es la persona indicada para casarme?

casarme

Ella le pregunto, hablando de matrimonio: “¿Estas seguro de que yo soy la indicada para ti?  Él  le contesto – estoy  seguro. Y en una carta que él escribió más adelante, dijo acerca de ella esto:  La dulzura de su carácter, su virtud e inteligencia, su naturaleza altruista, en fin sus cualidades perfectas se han ganado mi amor… cuando me dijo que correspondía a mis afectos… mi felicidad fue completa.[1]

Aspirar al matrimonio es una meta sublime. En las cartas de David O. Mckey a su prometida durante el noviazgo, indican el carácter noble de la relación de ambos y las cualidades que ella le inspiraba. En una carta fechada del 11 de diciembre de 1900 él le escribió: sabes que desde que sentí amor verdadero, entiendo mejor la razón por la que los caballeros de antaño siempre tenían el amor de una dama por la cual luchar. El solo deseo por complacerla hacia que sus brazos fueran más fuertes, sus espadas más certeras y su ánimo más intrépido.[2]

Así como lo describe David O. Mckey es como debe sentirse un novio y una novia para saber que están con la persona indicada para casarse.  La felicidad en el matrimonio no comienza en el altar, sino en el periodo de la juventud y el noviazgo. Al escoger un cónyuge, asegúrense de que tanto ustedes como él o ella tengan el deseo de una relación matrimonial celestial, muchos piensan que no es necesario casarse en el templo desde el principio o tal vez no es una prioridad en su vida tener una compañera por la eternidad.

pareja comprometida. matrimonio

Como entender la respuesta  del Señor sobre el matrimonio

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor (1 Juan 4:18). Si realmente no quieren contraer matrimonio con alguien, tal vez sea suficiente razón para no hacerlo. Podrás decir,  ¿Bueno, y que pasa si no recibo una respuesta? A veces el no recibir una respuesta… es una respuesta. Es posible que estén haciendo la pregunta equivocada, ¿Padre Celestial, es él?.. . ¿Es ella?  El hermano Joseph Filding McConkie hablo de una joven que tuvo que tomar una decisión antes de recibir una respuesta:

“Una jovencita recibió una propuesta matrimonial de un joven que la cortejaba, sintiéndose insegura e incapaz de identificar una dirección espiritual clara, busco el consejo del obispo. Él le explico que no podía ni debía tomar esa decisión por ella, pero si le indico que si se comprometía a un curso de acción, de inmediato sentiría la confirmación de este o por el contrario tendría sentimientos de aprensión.

Ella fue entonces, le dijo al joven que se casaría con él y con ese compromiso, sintió como si se hubiera sumergido en un mar de oscuridad. El compromiso duro 24 horas. Tiempo después expreso que no había podido concebir una respuesta más dramática a sus oraciones y que estaba sumamente agradecida, a pesar de la vergüenza  momentánea relacionada con lo sucedido.”

Entonces en lugar de decir: No haré nada hasta sentir el ardor en el pecho. Démonos vuelta y digamos: seguiré adelante con esta decisión del matrimonio a menos que sienta que voy mal y si así lo siento, no lo haré.  Al eliminar los senderos equivocados, rápidamente encontrara el correcto y entonces podrá recibir la seguridad que le dice: ¡Si, voy en la dirección correcta![3]

Para muchas cosas que deseamos en la vida,  simplemente decidimos como las queremos, lo visualizamos, trabajamos duro y lo logramos. Pero en el matrimonio es diferente, este involucra a alguien más y esto “lo cambia todo”. Existen innumerables razones por las que para algunos es difícil encontrar a su compañero (a) eterno, ¿Cuál ha sido tu experiencia? Existen casos en los que aun cuando los sentimientos puedan ser los correctos, les falta esa chispa que impulsa a los dos hacia el matrimonio. En tal evento el terminar la relación es en la mayoría de los casos la alternativa más bondadosa.

El hermano M. G. Wells hablo al respecto en un excelente artículo de  la revista Ensign de junio de 1982, titulado “Romper una relación, sin terminar en pedazos”.  Estas podrían ser algunas señales de peligro: Si empiezan a sentirse obligados. Las cosas que voluntariamente deberían hacer por la otra persona se convierten en una carga para ustedes. Empiezan a probarse el uno al otro. “Si me ama hará lo que yo quiera”;  Empiezan a averiguar ¿disfrutas tanto de mi compañía como yo de la tuya? ¿El matrimonio es para nosotros?.[4]

Creencias equivocadas

¿Divertido? De ninguna manera es divertido que alguien nos diga, aquí termina nuestra relación, sin embargo mientras  más se prolongue una relación que no va a funcionar más se lastima y se hiere al final. Las creencias equivocadas hacen más difícil la meta de lograr un matrimonio celestial. Algunos jóvenes se preguntan si en la vida premortal se hicieron acuerdos para casarse con una persona específica, y algunos de ellos están buscando ahora mismo a esa persona con la que creen… deben casarse.

En la revista Ensign de junio de 1977 se aborda este tema: “La primera presidencia en 1971 declaro: “No tenemos ninguna revelación que indique que hayamos escogido a nuestros padres, o a nuestros cónyuges en nuestro estado pre terrenal”. El presidente Joseph Filding Smith escribió: “Es posible que en algunos casos sea cierto, pero requiere de una imaginación exagerada, el creer que así sea todas o la mayoría de las veces. En realidad lo más prudente para todos es el edificar una relación por sus propios meritos antes que basarla en un supuesto acuerdo pre terrenal.”

El presidente Boyd K. Packer también enseño que debemos tomar nuestras decisiones aquí y ahora: “El amor recto viene en forma tan natural y hermosa que es aparente que tiene algo de providencia. “Eran el uno para el otro”, decimos. “El concepto de ‘el alma gemela’ es una ficción y una ilusión; siempre que se busque con toda diligencia y oración encontrar al compañero con el cual la vida pueda ser más compatible y hermosa, es casi seguro que cada buen joven y señorita podrán alcanzar la felicidad y tener un matrimonio feliz si ambos están dispuestos a sacrificarse” (“Marriage and Divorce”, pág. 146).

En presencia de la joven a quien verdaderamente amen, no sentirán la necesidad de suplicar; estando en su presencia no intentarán aprovecharse de ella; en su presencia sentirán el deseo de ser todo lo que un [gran hombre] puede llegar a ser, porque ella les inspirará ese ideal. Y les pido a ustedes, jovencitas, que tengan para ustedes la misma guía. ¿Qué les inspira él…? ¿Te sientes segura en su presencia? ¿Te protege?

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“Supe que había encontrado a la persona indicada”

El  Presidente Thomas S. Monson dijo: “La primera vez que vi a Frances supe que había encontrado a la persona indicada. Más tarde, el Señor nos juntó, y le pedí que saliera conmigo. El  Señor nunca nos abandonara en un momento como este, en el que tendremos que decidir con quién llegaremos a su presencia, tengan fe en sus promesas y hagan todo lo que este a su alcance con buen ánimo. Dijo el Señor: “Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosas….porque el poder está en ellos y en esto vienen a ser sus propios agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa”    D y C. 58:26-28

[1] Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia David O. Mckey:  Introducción

[2] Enseñanzas de los Presidentes de la iglesia David O. Mckey:  Introducción

[3] Cuándo, con quién, y por qué nos casamos John Bytheway, Sep. 13 de 2003 BYU Church Educational Week

[4] Cuándo, con quién, y por qué nos casamos John Bytheway, Sep. 13 de 2003 BYU Church Educational Week

Comentarios
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Es muy interesante el artículo
Dayana
Que hermoso mensaje, me ilumino el alma hoy,necesitaba leer y entender esta parte de mi vida. Gracias!
Evelin
Y ¿qué pasa si el hombre es quién siente que se hundió en un mar de oscuridad después de un par de meses que le pidió matrimonio a su pareja?
Josué
Que opinan de casarse con una persona mayor por 9 años?
Maluss

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