Con la revelación moderna que aprueba la práctica de la adoración del Día de Reposo el primer día de la semana, nos dirigimos al Nuevo Testamento para ver si hay apoyo para esta transición en la antigüedad. Aquí nos encontramos con que “…Y el primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan…” (Hechos 20:7). Pero, ¿qué de los muchos casos en los Hechos de los Apóstoles que hablan de sermones y reuniones en las sinagogas en el Sabbath judío? La mayoría de los sermones que hemos registrado en este libro son las conferencias misionales dadas por Pablo y sus compañeros de misión. En este sentido, echamos un vistazo a un ejemplo en el capítulo 13.
Pablo y sus compañeros “entraron en la sinagoga el día de reposo y se sentaron”. Ellos fueron invitados por los principales (supuestamente judíos tradicionales) de la sinagoga para dar comentarios. Pablo enseña que el perdón viene por medio de Cristo resucitado, y exhorta a la congregación a creer en Cristo y conocer las penas que les esperan a aquellos que no creen. El sermón fue convincente. “Los judíos y los prosélitos devotos” (un término que se refiere a gentiles convertidos del judaísmo) fueron “persua[didos]… a perseverar en la gracia de Dios”. La palabra corrió acerca de estos mensajeros valientes y “el siguiente día de reposo … casi toda la ciudad” vino a oír sus enseñanzas (Hechos 13:14-44 ).
Note aquí que la congregación a la que Pablo predicó fueron devotos judíos y prosélitos (“Hombres de Israel, y los que teméis a Dios”). El segundo día de reposo, esa misma congregación extendió la fama de Pablo en toda la ciudad así que toda la ciudad quería oír lo que él tenía que decir. Si la congregación inicial estaba compuesta principalmente por los santos, ¿por qué esperaron hasta después del sermón para anunciar la llegada de Pablo? Además, el propósito del sermón es convencer al oyente de que el Mesías había llegado realmente, y los sermones de la sinagoga y las lecturas de Moisés estaban alentando a creer en Él para que puedan ser justificados. Este sermón es uno de propósito misional. Ninguno de estos es muy convincente, pero tomado en relación con la revelación moderna, sin duda apoya la idea de que esta reunión es una reunión misional en el séptimo día y no un día de reposo de los santos.
¿Por qué los apóstoles no mencionaron un cambio?
Si el Día de Reposo cambió del séptimo día al primero, ¿por qué ninguno de los apóstoles no lo mencionó? Después de todo, hemos registrado la revelación dada a Pedro que la Ley de Moisés se ha cumplido y ya no es vinculante. Pero, ¿qué quiere decir eso de lo esencial y básico? Por ejemplo, cada congregación cristiana de las que conozco, ven la revelación de Pedro y los subsiguientes conflictos apostólicos que siguen como apoyo para descontinuar la práctica de la circuncisión y la abstención de alimentos impuros. Otras leyes mosaicas se tratan como que tiene un poco de todo. Los templos están fuera (aunque tanto el Salvador y los apóstoles enseñaron allí), mientras que los diezmos pueden o no pueden ser regulados. Del mismo modo, las iglesias cristianas están en ambos lados del debate homosexual. Curiosamente, el Día de Reposo es casi universalmente reconocido de haber cambiado. Por lo menos, ya no hay un año sabático cada siete años. Y el jubileo sólo obtiene un asentimiento como un 50 aniversario, con poco recuerdo de que se supone que debe ser otro año de descanso (imaginen el requisito de la fe de renunciar a trabajar por dos años y perdonar deudas cada 50 años). No tengo conocimiento de ninguna denominación cristiana, incluso entre aquellas que continúan observando el Día de Reposo el día séptimo, que sigan honrando estos años sabáticos. Después de haber llegado tan lejos, realmente vamos a entrar en nimiedades sobre que el día también cambie? Si es así, esto nos pone en buena compañía. “Por tanto, nadie os juzgue”, anima Pablo “con respecto a días de fiesta, o de luna nueva, o de días de reposo,” (Col 2:16).
Los Santos de los Últimos Días no necesitan preguntarse en qué día de la semana adoraría Pablo si estuviera vivo hoy. Tenemos sucesores de Pablo – apóstoles vivientes que han sido comisionados y enviados por el Señor Jesucristo para unir a los Santos a Él. Desde la época de José Smith, ellos nos han enseñado a reunirnos en el nuevo Día de Reposo, el día del Señor, para participar de la Santa Cena y descansar. Miramos hacia el Nuevo Testamento y encontramos que los primeros santos disfrutaron de una práctica similar. Y a pesar de que continuaron utilizando el antiguo Día de Reposo para proselitismo, ellos entendieron que el aniversario de la resurrección del Señor fue un milagro mayor que el Éxodo o incluso la Creación, y como tal, garantizó un día especial de descanso y renovación reverente.
