Cómo controlar tu tiempo frente a las pantallas para que no te controle

“Descubrimientos latentes con tal poder, ya sea para la bendición o la destrucción de los seres humanos, que harán que la responsabilidad del hombre para controlarlos sea la más grande que jamás se haya depositado en manos humanas… Esta era está llena de peligros ilimitados, al igual que de posibilidades incalculables.” David O. McKay, Conferencia General de octubre 1966

¿Comprendes el poder latente de las pantallas brillantes y resplandecientes en tu hogar? ¿Qué pasa con los objetos brillantes en tus manos y en las puntas de tus dedos? ¿Los usas para el bien o para el mal?

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En su mensaje “Las cosas como realmente son,” David A. Bednar habló sobre los posibles riesgos del uso del Internet. Después de cuatro años en BYU en una charla que tenía como objetivo “Inundar la tierra como con un diluvio,” el Élder Bednar expuso el potencial positivo de la misma herramienta.

Se valiente y sincero; analiza tu uso de las pantallas al hacerte a ti mismo estas dos preguntas del Élder Bednar:

  1. ¿El uso de las diferentes tecnologías y medios de comunicación te invitan o impiden la compañía constante del Espíritu Santo en tu vida?
  2. ¿El tiempo que pasas utilizando las diferentes tecnologías y medios de comunicación aumentan o restringen tu capacidad de vivir, amar y servir de formas significativas?

He estado reformando mi tiempo al frente de las pantallas por casi seis años y medio. Seré sincero, no es fácil. ¿Vale la pena? Completamente.

Si necesitas cambiar el tiempo que pasas en tu teléfono inteligente, reproduciendo videos o jugando videojuegos, surfeando en la red, medios sociales o viendo TV y películas. A continuación, te daré algunas ideas para ayudarte a realizar tu propio plan de acción.

Alimentar las relaciones reales

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¿Qué hace a las pantallas tan adictivas?

Existen tantas respuestas a esa pregunta, pero aquí va una: dirige hacia la necesidad universal de relación social.

Las aplicaciones de los medios sociales y videojuegos junto con las características del chat nos permiten comunicarnos sin todas las vulnerabilidades e inconveniencias de la interacción social cara a cara. Incluso, las películas y los programas de TV pueden demostrar las relaciones que desearías tener en la vida real.

Los investigadores de psicología recientemente han descubierto una verdad sorprendente: el antídoto para la adicción es el vínculo. El vínculo real. Con todos sus peligros e inconvenientes, simplemente no existe sustituto para la interacción cara a cara.

Cuando te descubras escapando, no seas muy duro contigo mismo. Eso solo te sumergirá en la infructuosa vergüenza.

En cambio, simplemente puedes verlo como una indicación de una necesidad – una necesidad de interacción real. Luego, convierte tu problema en una oportunidad. ¿Qué podrías hacer para tener amigos? ¿Cómo puedes formar relaciones más profundas con viejos amigos y familia? ¿Quién te puede ayudar?

Las relaciones más importantes que puedes forjar son con el Padre Celestial, tu hermano mayor, Jesucristo, y tu mejor amigo, el Espíritu Santo. Incluso, existe una realidad más profunda para aquellas relaciones, una realidad muy fuerte, que puede llenar los vacíos del corazón dejados por el hombre mortal.

Las relaciones virtuales son como un caramelo, aunque las interacciones de la vida real sean como una buena comida, Jesucristo es el pan de vida.

Establecer una rutina significativa

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La adicción es como una hierba muy mala. Debemos tomar tiempo y cuidado para arrancarla. Sin embargo, no hay nada más deprimente que un espacio vacío en la tierra. Toma cierto tiempo plantar algunas flores.

¿Qué son las flores? Son las actividades positivas y significativas de la vida diaria.

Te mencionaré algunas preguntas para reflexionar cuando consideres reformar tu rutina:

¿Qué actividades encuentras desafiantes y llamativas? ¿Los deportes? ¿Tocar un instrumento? ¿Leer? ¿Proyectos de arte? ¿Cómo puedes incorporarlas de manera más regular en tu vida?

Recuerda, empieza con pequeños cambios. Los mejores cambios son aquellos que duran y son aquellos que ahora te parecen realistas.

Establece límites bien definidos

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Las formas más adictivas de la tecnología frecuentemente son aquellas que no tienen propósitos predeterminados.

Una película de Redbox. Por ejemplo, tiene un propósito claramente definido. Debes dejar tu casa para regresar por más. Además, tienes que pagar cada vez. Los servicios de transmisión como Netflix, Hulu y Youtube, herramientas como las aplicaciones del teléfono o medios sociales y muchos juegos virtuales ofrecen aparentemente innumerables cantidades de entretenimiento desde poco a nada de dinero.

Si decides utilizar cualquier forma de tecnología que no tenga una finalidad predefinida, es importante establecer límites de tiempo para ti y tu familia.

Por supuesto, puede ser difícil ceñirse a estos límites. Quizá, desees publicar tu objetivo en Facebook o decírselo a un amigo querido o a un familiar de manera regular. La contabilidad social puede tomar mucho tiempo hasta supervisar el comportamiento.

Probar filtros de Internet

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Los filtros de Internet no solo son para los adictos a la pornografía o padres e hijos. Son para cualquiera que luche con monitorear su tiempo frente a las pantallas y productividad en la web.

Aquí, hay algunos servicios que utilicé y recomiendo:

Abre DNS, es un programa de filtro de Internet. Se adapta a tus necesidades y permite al usuario no solo seleccionar un nivel de filtro sino bloquear el acceso a dominios específicos, como netflix.com o youtube.com. Puede ser un recurso muy valioso, pero tiene ciertas limitaciones.

Si estás dispuesto a invertir cierta cantidad de dinero para mayor control de acuerdo a tus necesidades, Net Nanny es considerado en el mercado como el mejor servicio de filtros de Internet.

Probablemente, quieras pedirle a un familiar confiable o compañero de habitación que sea el administrador de la cuenta. Esta persona puede crear el usuario y la contraseña. Así, no podrás tener acceso al tablero de control.

Si tienes un poco más de fe en tu autocontrol, podrías encontrar el sencillo fastidio de cambiar los ajustes del filtro. Ese es el único recordatorio que necesitas para disuadir esas páginas web que malgastan tu tiempo.

Tomar tiempo para desconectarse

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Hace casi dos semanas y media en la Conferencia General, el Élder Ballard nos aconsejó amablemente, “Si no encontramos el tiempo para desconectarnos, podríamos perder oportunidades de escuchar Su voz que dice: ‘Se firme y date cuenta de que soy Dios.”

A continuación, mencionaré algunas cosas que puedes hacer para alejarte de tus pantallas por un rato:

  • Caminar por el parque
  • Planificar un día para montar bicicleta en un lugar lejano
  • Probar un medio social o dejar tu teléfono por un día a la semana o mes
  • Hacer un pacto con un amigo de no utilizar sus teléfonos cuando salgan a comer
  • En tu viaje hacia el trabajo, apaga la música y habla con Dios
  • Abrir tus escrituras físicas y cuaderno de apuntes y escudríñalas
  • Probar la meditación o yoga

Permitirse sentir dolor

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Hace algunas semanas, estaba en mi auto escuchando una canción de Rob Gardner. Esto causó un repentino sentimiento inexplicable de tristeza. De manera instintiva, tomé mi teléfono para escapar del dolor. Luego, cambié de opinión, dejé mi teléfono y solo lloré. Me permití a mí misma por primera vez estar sola con mis sentimientos, dejé que estos sentimientos me abrumaran. Además, en ese proceso, descubrí, de una manera que cada vez es más desconocida y extraña para nuestro mundo, el alivio de salir del hoyo de la tristeza por uno mismo.

Hacer del entretenimiento un evento social

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Después de años de ser adicta a las pantallas, pasé el último semestre de la universidad limitando el uso de mi computadora a laboratorios y bibliotecas de la facultad además de ver solo una película semanalmente. Estas películas de una vez por semana se convirtieron en eventos sociales con amigos y compañeros de habitación, que me ayudaron a escoger entretenimiento de buena calidad y observar mis límites.

Anye Kamenetz, autora del libro The Art of Screen Time is “Enjoy screens, not too much, mostly together” (El Arte del Tiempo en las Pantallas es “Disfrutar de las pantallas, no demasiado, por lo general juntos.”)

Kamenetz también recomienda que las escuelas y las tareas involucren a las computadoras como una actividad social. Los investigadores denotan que de 2-4 niños por computadora puede resultar en una mayor productividad, aprendizaje y trabajo en equipo.

La educación durante el entretenimiento

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Los niños y los adultos pueden aprender por medio de la tecnología educativa.

Fred Rogers era un ávido exponente de la televisión educativa. Y, ¿sabes qué? Tenía razón. Existen programas infantiles que pueden enseñar a los niños los números, las letras e incluso, habilidades sociales.

Además, notarás que estos programas generalmente no promueven patrones de uso compulsivo. ¿Cuántas personas conoces que se levantan a la mitad de la noche para ver documentales?

Tomar un largo receso

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Si has pasado muchos años en Netflix, los medios sociales y videojuegos, podría ser el tiempo de tomar medidas más extremas. Tómate el tiempo que necesites. Mi receso duró tres años. Sin embargo, ¿puedes hacer eso y sobrevivir en este mundo dirigido por la tecnología? Aquí, te doy algunas ideas:

  • Pídele a alguno de tus compañeros de habitación o un familiar que cambie la contraseña de Internet para que no puedas tener acceso en casa. Puedes utilizar el Internet en la biblioteca, trabajo, escuela o en una cafetería local
  • Regala, dona o vende tu consola de vídeo juegos o TV.
  • Intercambia tu teléfono inteligente por un teléfono básico
  • Emprende un largo viaje como mochilero
  • Ve a un retiro de meditación

Estas ideas pueden parecer intimidantes. Ponerlas en acción por mí misma fue como sacarme el ojo derecho para salvar todo mi cuerpo. ¿Es difícil? Claro que lo es. ¿Vale la pena? Desde lejos.

Compartir las buenas nuevas

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¿Qué mejor manera de plantar flores en tu jardín mental metafórico que utilizar la tecnología para fortalecer tu relación con Dios y servirlo a Él? Aquí, te mencionaré algunas ideas:

  • Escuchar un mensaje de la Conferencia General durante tu transporte diario
  • Comparte escrituras, artículos y mensajes edificantes a través de los medios sociales
  • Participa de movimientos de los medios sociales como #ComparteBondad y #GraciasAÉl.
  • Crea un perfil en mormon.org para compartir tu testimonio con el mundo
  • Estudia las escrituras y toma notas en tu computadora
  • Contacta a un amigo con el que no hables hace mucho por correo, una llamada telefónica, un mensaje de texto o Facebook.

Crear un plan

Ahora que leíste detenidamente o diste un vistazo a todas estas ideas, espero que se te haya aclarado mejor la mente para hacer lo que deseas para tomar el control de tus relaciones con tus dispositivos. Es el momento de tomar esas ideas y convertirlas en un plan de acción. Si tu visión incluye a toda tu familia, es el momento de un consejo familiar.

Aquí, te comparto una lista de algunas preguntas para tu plan:

  • ¿Cuál es tu principal motivación para cambiar?
  • ¿Qué ideas deseas implementar?
  • ¿Cómo convertir estas ideas en objetivos que funcionarán para ti? (Recuerda incorporar tus metas gradualmente. Así, no te abrumarás.)
  • ¿Qué harás cuando te sientas tentado a pasar mucho tiempo en tus dispositivos?
  • Si te sales del plan, ¿Qué harás para volver a tu rutina saludable?

Ayudar a los demás a cambiar

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Cuando empieces a implementar tu plan, comenzarás a ver tu vida transformarse. Serás más productivo, tu relación con tus amigos y familia aumentará, además tu relación con Dios se fortalecerá.

Sin embargo, continuarás yendo a la cafetería local y verás a las personas en sus laptops y iPads. Verás a las personas en las calles con sus audífonos. Tendrás amigos que revisarán constantemente sus teléfonos o pasarán la mayor parte de su tiempo libre jugando videojuegos o viendo TV. Aun verás a tus familiares perdiendo el tiempo en la computadora.

Esto puede ser frustrante. Y, podría causar tu propio deseo de conectarte. De lo contrario, podrías desear liberarte del tiempo con la tecnología.

Quizá, desees decirles a las personas que se quiten los audífonos y solo hablen contigo. O, podrías desear animarlos para cambiar.

Existe un tiempo y un lugar para esto, ciertamente. Espero que este artículo sea uno de ellos. Procede con precaución. Antes de abrir tu boca, hazte preguntas como:

  • ¿Estoy seguro de que esta personas realmente necesita cambiar lo que está haciendo?
  • ¿Qué ha estado pasando con esta persona? ¿Está lista para cambiar?
  • ¿Estoy hablando desde un lugar de amor?

Si las respuestas a cualquiera de estas preguntas es un NO definitivo, probablemente sea mejor quedarse en silencio y abstenerse de juicios.

En el caso de que decidas continuar, recuerda los principios de DyC 121: 41-44. Te ayudaran mucho.

Entonces, ¿lo intentarás? ¡Es impresionante! Felicitaciones por tener el coraje de cambiar.

Artículo originalmente escrito por Melanie Blakely y publicado en mormonhub.com con el título “How to Control Your Screen Time so it Doesn’t Control You.”

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