El evangelio según Anne Frank

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Hace 73 años, Anne Frank fue arrestada por ser judía. Ella, su familia y sus amigos, fueron sacados del “Anexo Secreto”, el lugar donde se estuvieron escondiendo por dos años, y fueron enviados a unos campos de concentración. Sólo una persona sobrevivió: el padre de Anne. A pesar de ver el peor lado de la humanidad, Anne creía en lo mejor.

Hay muchas cosas que podemos aprender sobre la vida y sobre el evangelio de Jesucristo desde las palabras de Anne, registradas en uno de sus diarios hace unas décadas atrás.

Confía en las personas

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Anne creía y veía lo bueno en todas las personas, una lección que tuvo que aprender una y otra vez mientras vivía apretadamente con 7 personas en una área pequeña de la cual nunca podía salir. A pesar de todo esto y de las atrocidades que se realizaron a los judíos, ella siempre buscó la luz en otros y no la oscuridad:

“Yo aún creo, apesar de todo, que las personas son buenas en el fondo de su corazón”.

 

El Presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó:

“Mira lo suficientemente bien, y podrás descubrir lo bueno y lo malo en casi cualquier persona y cualquier cosa”. Así que, ¿por qué no mirar y enfocarnos en lo bueno?

 

Sé amable

Anne también creía en ser el tipo de persona en la cual otras personas quisieran creer. Ella creía en el poder de la amabilidad:

“ Al final, el arma más aguda de todas es un espíritu amable y gentil”.

La amabilidad no es complicada ni ostentosa. No ganará alabanza como la pasión o tanta atención como el valor, pero puede cambiar el mundo; puede alterar lentamente la marea de la vida. El Élder Joseph B. Wirthlin dijo lo siguiente sobre la virtud de la bondad:

“La bondad es la esencia de la grandeza y la característica fundamental de los hombres y las mujeres más nobles que he conocido. La amabilidad es el pasaporte que abre las puertas y que crea amigos. Suaviza los corazones y moldea las relaciones que pueden duran para siempre”.

Deja tu luz brillar

luz

Incluso escondida, Anne dejó que su luz brillara a través de su diario. Ella nunca sobrevivió para ver las vidas que fueron cambiadas debido a sus palabras:

“Mira cómo una simple vela puede definir y desafiar la oscuridad”.

Ella escogió desafiar y definir la oscuridad de una vida devastada por la guerra y la intolerancia. Del mismo modo, dejar que nuestra luz brille es un tema recurrente a través de las escrituras.  Mateo 5:16 nos dice: “así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. El mundo es un lugar oscuro y competidor en formas que superan la oscuridad del mundo de Anne, pero tenemos el deber de brillar.

El Presidente Thomas S. Monson dijo:

“Aquellas cosas que nos hacen diferentes de la mayoría del mundo nos aportan esa luz y ese espíritu que brillará en un mundo cada vez más oscuro”.

Conoce tu valor

valor

A pesar de que Anne pudo haber sido tratada como algo menos que humano, privada de sus derechos y de su vida, ella nunca olvidó su valor:

“Cada uno tiene dentro de sí mismo algo bueno. ¡Tú no sabes lo maravilloso que puedes ser! ¡Lo mucho que puedes amar! ¡Lo  mucho que puedes lograr! ¡Y el gran potencial que tienes!”

Discursos, campañas e incluso lemas de las mujeres jóvenes se han centrado en la idea del valor individual. Los líderes de la iglesia hablan respecto a eso y las escrituras lo predican. Marion G. Romney dijo: “la obra de coronación y la gloria de Dios, es por lo tanto, como Él ha dicho, llevar a cabo la vida eterna del hombre. Así es el valor de un alma”.

Ten esperanza

esperanza

Si un judío en la Europa controlada por los nazis durante la década de 1940 puede entender la esperanza, nosotros también podemos, porque es uno de los pilares del evangelio: fe, esperanza y caridad.  Anne dijo:

“Donde hay esperanza, hay vida. Nos llena con valentía y nos hace fuertes de nuevo”.

La caridad puede ser uno de los más grandes pilares (Anne también tuvo algo que decir al respecto: “nadie se ha vuelto pobre dando”), pero la esperanza está justo allí. No es fácil ponerlos en la misma situación en esos momentos tan difíciles. El Presidente Uchtdorf dijo:

“La esperanza en Dios, Su bondad, y Su poder, nos recarga con valentía durante tiempos difíciles”.

Anne Frank vivió en una época diferente, en un mundo diferente bajo circunstancias diferentes. Practicó una religión diferente. Pero ella vio las cosas claramente. Ella entendió los fundamentos de un evangelio que no practicó. Quizás podamos recordarla con gratitud y aprender un poco sobre sus palabras.

 

 

Este artículo fue escrito originalmente por Allison Weber y fue publicado en mormonhub.com, con el título “The Gospel According to Anne Frank”

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