¿Estás planeando pasar algún tiempo en Colombia? Primero aprende estas tres palabras: “A la orden.”
Es una expresión flexible que los turistas escucharán en todas las esquinas del país sudamericano, puede significar: “¿Cómo puedo ayudarle?,” “a su servicio,” o a veces, incluso, “bienvenido.”
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“A la orden,” expresa la famosa reputación de Colombia por ser el hogar de algunas de las personas más amables del mundo y refleja la historia de la nación de los santos de los últimos días.
Colombia es un país predominantemente católico, que ha sido amable con la Iglesia fundamentalmente desde el día en que dos misioneros de tiempo completo comenzaron a compartir el evangelio en 1966. Hacia el final de ese año, la Iglesia gozaba de un estado legal.
Si bien la violencia y el conflicto interno a veces han impactado en la obra misional, los santos de los últimos días de Colombia han demostrado durante mucho tiempo su fortaleza religiosa.
Cincuenta y dos años después de la llegada de los primeros misioneros, Colombia alberga más de 200 000 miembros, cinco misiones, un templo en la capital de Bogotá y otro templo que pronto será dedicado en la costa de Barranquilla.
La amistad entre la Iglesia y el gobierno colombiano se ha convertido en una alianza de respeto mutuo en los últimos años. El congreso de Colombia honró a la Iglesia en 2005 por su servicio humanitario. Mientras tanto, la Iglesia ha llegado a ser una voz confiable y defensora de la libertad religiosa.
Recientemente, los representantes del ministerio del interior de Colombia y la oficina de asuntos religiosos reconocieron a la Iglesia por participar en la creación de la Política Pública de Colombia sobre la Libertad Religiosa. El objetivo de la política es establecer “un compromiso para fortalecer las garantías de aquellos que practican la religión.”
El Élder Enrique Falabella, un Setenta Autoridad General que preside el Área Sudamérica Noroeste, recibió el reconocimiento en nombre de la Iglesia, según Mormon Newsroom de Colombia.
Después de recibir el reconocimiento, el Élder Falabella aseguró a los representantes del gobierno presentes en el evento que la Iglesia continuaría defendiendo la libertad religiosa en Colombia y todo el mundo. La esposa del Élder Falabella, la hermana Ruth Falabella, y muchos otros miembros también asistieron a la ceremonia de reconocimiento.
La creciente alianza entre la Iglesia y el pueblo colombiano no es una sorpresa, el Élder Falabella le contó a Church News. “La Iglesia ha construido fuertes lazos en Colombia durante los últimos años y es reconocida, cada vez más, por sus contribuciones a los valores que deben gobernar una sociedad.”
Durante varias décadas, los santos de los últimos días en Colombia se han ganado el respeto de sus compatriotas por medio del “servicio abnegado.” Especialmente, en tiempos de emergencia y necesidad, agregó. La Iglesia también hizo amigos al trabajar de manera conjunta con el gobierno para proteger la libertad religiosa.
Los días más brillantes de la Iglesia en Colombia pertenecen al futuro, aseguró el Élder Falabella.
“La Iglesia está creciendo significativamente en el país, pero más que el crecimiento numérico de la iglesia en Colombia, los miembros tienen el deseo de servir y hacer convenios sagrados que los fortalezcan como familias, asimismo facilitar las ordenanzas para sus antepasados,” dijo. “La construcción de un segundo templo en Barranquilla, Colombia, dice mucho sobre el amor del Padre Celestial por sus hijos. Sin duda las oraciones de los miembros que viven en la costa (del Caribe) fueron escuchadas.”
Artículo originalmente escrito por Jason Swensen y publicado en ldschurchnews.com con el título “How friendship has been growing between the Church and Colombian government since the ’60’s.”
