Puedo superar mis miedos a través de la fe

Por Terrie Lynn Bittner

La fe es uno de los conceptos más desafiantes de la cristiandad. Debido a que no puede ser medida científicamente, o guardada en una botella para ser sacada conforme se necesita, mucha gente no cree en ella o no sabe cómo acceder a ella. El mormonismo, un apodo comúnmente aplicado a las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, está edificado sobre un fuerte fundamento de la fe. Los mormones aprenden desde la niñez a desarrollar su fe y luego a utilizarla para obtener un testimonio del evangelio y para apoyarse en ellos a través de tiempos difíciles sin temor.

Jesus-Storm-Boat-MormonHace muchos años, me encontré enfrentando un gran cambio en mi vida. Durante tres años, la vida había sido inusualmente pacífica y tenía miedo de caer nuevamente en un mundo de cambios. Luché fuertemente contra el cambio y tuve que orar para recibir ayuda. Durante esta lucha fui semanalmente al templo mormón, donde me tomaba mi tiempo lejos del mundo para orar en un lugar silencioso lleno del Espíritu. Conforme oraba, el pensamiento venía repetidamente a mi mente: “si estás preparada, no debes tener temor”.

Reconocí esta parte de la inspiración como venida de un libro mormón de escrituras llamada la Doctrina y Convenios, una colección de revelaciones modernas dada a los líderes de la iglesia. Fue dada a José Smith y llevada a una conferencia en donde se le dijo a la gente que debían ir a Ohio. Acepté el consuelo y me preparé para los cambios que iban a llegar. Entonces, totalmente preparada, me recosté y esperé que el temor desapareciera.

Eso no sucedió.

Me mantuve asustada y luchando contra los cambios por venir. No comprendía por qué continuaba con temor cuando había hecho como se me instruyó. Finalmente, hice una oración nuevamente y esta vez la respuesta llegó rápidamente y de forma clara, tan clara como si alguien estuviera hablándome. La respuesta era esta: Dije que no necesitabas temer; no dije que no podías elegir temer.

Dios cree en el albedrío. Nos da el derecho de elegir y nosotros podemos elegir si enfocamos la vida con temor o con fe. El temor es una elección y era lo que había elegido. Me puse a trabajar para fortalecer mi fe y la vida se sintió mucho mejor. Con el tiempo, comprendí el propósito de los cambios y me di cuenta que aunque no los deseaba, he disfrutado de los resultados de los cambios. Dios sabía mucho mejor que yo, lo que necesitaba.

A veces se dice que la fe es lo opuesto al temor. Cuando tenemos miedo, no estamos poniendo totalmente la situación sobre las manos de Dios y confiando en Él. Lo que intento mantener en mente cuando estoy tratando de superar el miedo con fe es recordar que Dios ve la figura completa, mientras que yo sólo veo una parte de ella. Él está viendo la vida desde una perspectiva eterna y yo no.

Esto no quiere decir que si tenemos fe nunca tendremos ningún problema. La historia del mundo no se trata sólo de nosotros; involucra a todos los que viven en la tierra en cualquier momento. Todo lo que sucede afecta muchas vidas diferentes, todas con diferentes necesidades y planes, y Dios debe hacer malabares con todas esas vidas. Además, la gente tiene albedrío. Es una parte importante del plan de Dios para nosotros; tenemos el derecho de tomar decisiones. Estas decisiones afectan nuestra vida y también la de los demás que no tienen control sobre nuestras decisiones. Podemos elegir nuestras acciones, pero no podemos elegir las consecuencias, ni podemos elegir quién más se verá afectado por nuestras decisiones. Algunas veces nuestras pruebas son provocadas por nuestras propias decisiones y otras veces por las decisiones de los demás; además, algunas cosas simplemente pasan y nadie tiene la culpa, como en el caso de clima severo o enfermedad. A veces Dios envía pruebas para ayudarnos a aprender algo importante. Puede ayudar el recordar que incluso Jesús experimentó niveles extraordinarios de sufrimiento a pesar de vivir una vida perfecta. Las pruebas son simplemente una parte de cada vida.

El tener pruebas no significa que Dios nos ha abandonado. Él siempre está a cargo. Aunque puede que no siempre de un paso para protegernos de nuestras propias decisiones o aún de las decisiones de los demás, Él tiene un plan maestro para todos nosotros, y para cada uno de nosotros individualmente. Los eventos que ocurren pueden no ser los que Él decidiría si estuviera micro-administrándonos, pero Él no les permitirá descarrilar todo Su plan para nosotros. Esto significa que Dios sigue a cargo, y aun cuando la tragedia o las pruebas lleguen, seguiremos dentro del plan maestro y estaremos bien en el esquema eterno de las cosas.

No siempre podemos controlar lo que nos sucede pero podemos elegir nuestra reacción ante ellas. Este poder de decisión es la razón por la que dos personas pueden enfrentar las mismas pruebas y obtener dos resultados diferentes. Una persona que experimenta el prejuicio o la pobreza pasará su vida amarga y utilizando esto como excusa. Otra la utilizará para volverse más fuerte y superar los desafíos que la vida le dio o atravesarlos con una actitud positiva. Una persona con una enfermedad se volverá exigente y desalentada y otra, tal vez luego de un tiempo natural de duelo, continuará alentando y fortaleciendo a los demás por medio de su ejemplo y coraje. Una persona pierde su trabajo y desperdicia preciosas horas culpando a su jefe, la economía, el gobierno o quien sea que le venga a la mente; otra utiliza el tiempo para empezar su propio negocio o para mejorar sus habilidades.

Tener fe en Jesucristo puede ayudarnos a deshacernos del temor. Mientras más confiemos en Dios y Jesucristo para vigilarnos y ayudarnos a atravesar nuestras pruebas, menos asustados estaremos por aquellas experiencias. Debemos prepararnos para las posibles pruebas de manera física, mental y espiritualmente. El mejor momento para edificar una relación amorosa con Dios y aprender a confiar en Él es antes de una prueba, no durante ella. De esta manera, entramos en la prueba sabiendo cómo Dios interactúa en nuestras vidas. Tenemos una tradición de obediencia que nos permite recibir Sus mayores dones y sabemos cómo reconocer Su mano en nuestras vidas. Hemos aprendido cómo obtener respuestas a nuestras preguntas y sentir el consuelo que Él nos envía.

¿Cómo lo hacemos? Primero necesitamos establecer una meta de buscar la verdad completa y aceptarla, aún si la encontramos donde no lo esperábamos. Podemos hacer esto creyendo en la promesa brindada en Santiago 1:5, donde se nos promete que si necesitamos sabiduría, podemos recibirla de Dios. Entonces necesitamos actuar sobre esta sabiduría. Debemos darnos un tiempo cada día para leer las escrituras; no sólo leerlas a la ligera para cumplir una meta, sino leyéndolas con tranquilidad y atentamente. Si nunca han leído la Biblia en su totalidad, este es un buen momento para hacerlo. El Libro de Mormón testifica de la veracidad de la Biblia y ayuda a fortalecer nuestro testimonio de que Jesús realmente vivió y que Él vino a la tierra por todos, no sólo por aquellos que vivieron en Su pequeña ubicación geográfica. Leer este libro traerá un mayor entendimiento de la misión del Salvador, dado que verdaderamente discute esto más a menudo de lo que lo hace la Biblia.

Debemos dedicar un tiempo a la oración, no sólo al ritual de repetir palabras sino a una conversación significativa con Dios seguido de la quietud y paciencia como si esperáramos una respuesta. Si nos levantamos y volvemos a nuestra vida diaria, podemos perdernos de la sutil inspiración que le sigue. En una conversación con otra persona, cuando hacemos una pregunta, esperamos por la respuesta antes de abandonar la conversación. La oración requiere de la misma cortesía. Actuar como si esperáramos que Dios conteste a nuestra pregunta; esto es fe.

Cuando pedimos ayuda a Dios, debemos hacer nuestra parte del esfuerzo y también debemos actuar como si confiáramos en que Él vendrá con la ayuda. Por ejemplo, soy una escritora. Estoy tratando de aprender a escribir ficción y a veces me pierdo. Llego a una parte de mi novela que sé que no tengo la habilidad de desarrollar. A menudo me vuelvo a Dios por ayuda con estas secciones, pero luego sigo yendo a mi estantería para leer cómo puedo hacer lo que necesito hacer. Confío en que Dios me ayudará a encontrar el libro correcto, y tal vez incluso de haberme alentado a comprar el libro correcto antes de saber que lo necesitaba. Y luego me siento en mi computadora y empiezo a mecanografiar, aún si todavía no sé lo que se supone que voy a escribir. Si no estoy en mi computadora, no puedo escribir el libro y Dios no puede guiar mi mente y mis manos para mecanografiar las palabras precisas. Sentarme en mi computadora es un acto de fe de que Dios vendrá con la ayuda necesaria.

Encuentro muy útil intentar darme cuenta de lo que Dios está tratando de enseñarme cuando estoy enfrentando una prueba abrumadora. Cuando sé lo que Él quiere que aprenda, puedo hacer mi parte y aprenderlo, y también encuentro más fácil tener fe. Busco pruebas de que Dios está cerca y participando en mi prueba conmigo. Saber que Él esta cerca y que puedo hablar sobre la prueba con Él me da valor para atravesar la prueba. No importa cuán poca gente puede estar en mi vida en cualquier momento dado, nunca tengo que pasar una prueba sola.

El nerviosismo o la preocupación son naturales, pero el miedo paralizante con frecuencia se puede superar por medio de la fe. Mientras más seguido reconozcamos la mano de Dios en nuestra vida, más sencillo será confiar el Él durante la próxima prueba. Toda prueba que manejamos con fe fortalece nuestra habilidad de hacerlo aún mejor la próxima vez.

Comentarios
Sabias palabras y asi es siempre que confiemos en el las pruebas.podremos superar oremos von fe y esperando su.respuesel espirito nos la dara teniendo a dios de nuestro lado no hay nada que temer
Romcell
eres una excelente escritora, me he quedado deseosa de seguir leyendo lo q escribes. puedo sentir como hablas a mi lado.
vanesa
No imaginas lo que tu mensaje me ha marcado, agradezco el don que te dio Nuestro Padre Celestial para escribir tan claramente y agradezco que me haya permitido leer tu experiencia y aprender, es increíble de donde recibes la ayuda, y como se multiplica cuando buscas la respuesta y no nada más te quedas esperando. Un millón de gracias. 'Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas' Josué 1:9
LU

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